Este viernes 15 de marzo los estudiantes claretianos renovaron sus votos en el templo histórico del Santuario del Challao en Mendoza, durante la misa de las 19:00 hrs con la presencia de la comunidad local, el provincial Padre José Abarza y todo su consejo provincial que por estos días se encuentra reunido en Consejo en esta comunidad, además de los Padres Domingo Grillía y Fernando Vega que se suman a la comunidad de claretianos del Santuario.
Los estudiantes claretianos viajaron desde la ciudad de Córdoba, Jason Ansieta y Bruno Onguene desde la comunidad de Rhoel Gallardo, mientras que Mauro Mamaní no pudo viajar por encontrarse con dengue. También renovó sus votos Ramiro Cuello de la comunidad de El Tambo, Córdoba, y Hernán Bravo Ortega, que se encuentra viviendo su año de Experiencia en Comunidad Apostólica en la comunidad de Yhú, Paraguay.
Esta celebración se enmarca en el contexto de otra gran celebración que se vivirá este sábado 16 en el Santuario mendocino: los votos perpetuos de Iván Leiva, razón por la cual se invitó a los estudiantes claretianos a realizar su renovación de votos en esta hermosa ciudad, para ser y significar con su presencia la unidad y fraternidad entre los hermanos y formandos. Precisamente en la homilía el provincial de San José del Sur destacó que estas celebraciones nos unen y fomentan la fraternidad, fundado en el texto de la misa del día de Juan 7, 1-2.10-14. 25-30, todos los que hemos conocido a Jesús debemos unirnos siempre más a ÉL y a nuestros hermanos, con lo cual la presencia de todos los claretianos se transforma en un signo de unidad.
Al finalizar la Eucaristía y la renovación de los votos, un estudiante claretiano agradeció a todos los presentes por su presencia y los invitó a seguir orando para que el dueño de la mies siga enviando nuevos trabajadores, porque la cosecha es abundante y los obreros son pocos. Frente a esto, como comunidad provincial nos alegramos mucho de que estos jóvenes sigan comprometiendo su SÍ, como aquel día lo hizo nuestra madre frente al anuncio del ángel, pero también nos interpela para que sigamos trabajando, anunciando con nuestra vida y testimonio el Reino de amor y liberación, para que en cada una de nuestras comunidades y posiciones surjan nuevas vocaciones, que con la ayuda del Señor, el día de mañana también estén profesando y renovando sus votos en nuestra congregación.