Bajo el lema “Dame de beber” se realizó una Escuela Bíblica de Mujeres en Argentina

Córdoba fue el escenario de un significativo encuentro religioso los días 30 de junio, 1 y 2 de julio, donde mujeres de Argentina se reunieron para participar en la Primera Escuela Bíblica de Mujeres de Argentina. Bajo el lema “Dame de beber”, este evento fue organizado por el Equipo de Biblia de Mujeres de SaBiClar, encabezado por Gabriela Benitez y Ayelén Olivera.

El encuentro contó con la asistencia de mujeres provenientes de las ciudades de Córdoba, Rosario y Buenos Aires, sumando un total de 16 participantes. Durante estos tres días, se trabajó en torno al pasaje bíblico del encuentro de Jesús con la mujer samaritana junto al pozo de Jacob, según se relata en el Evangelio de Juan 4, 1-42.

Carolina Insfrán, reconocida facilitadora, presentó una propuesta de interpretación del texto bíblico que buscaba la transformación integral de las personas que lo leen, tomando en cuenta tanto la multidimensionalidad del texto como la del individuo que se acerca a él. Se destacó que el texto es una mediación para el encuentro entre el lector y la figura de Jesús, enmarcado en una hermenéutica liberadora. Durante las sesiones, se brindó una contextualización del texto, se profundizó en el conocimiento del autor y la comunidad a la que estaba dirigido, así como en la simbología presente en el relato.

Las participantes pudieron relacionarse con la figura de la samaritana desde sus realidades como mujeres pertenecientes a diversas comunidades. Fue un momento de encuentro con Jesús en el pozo de agua, abriéndose al deseo del don divino y al Agua Viva. A través de preguntas como “¿Qué hay en mi cántaro?”, “¿De qué tengo sed?” y “¿De qué tiene sed Jesús?”, las mujeres lograron identificarse con la protagonista del pasaje bíblico y su proceso de descubrimiento gradual del misterio y la identidad de Jesús, hasta reconocerlo como el Mesías. Este reconocimiento también implicó que la mujer samaritana reconociera su propia identidad y diera un salto de fe para experimentar una transformación personal.

Además, al creer en Jesús, la samaritana invitó a las participantes a creer y a ser misioneras y testigos del Salvador del mundo en sus propias comunidades. Jesús, quien se acerca a ellas sin juzgar ni cuestionar, solo les pide: “Dame de beber”. Al mismo tiempo, el encuentro con Jesús hizo brotar en las participantes un flujo constante de Agua Viva.

La Primera Escuela Bíblica de Mujeres de Argentina concluyó con una celebración de la Eucaristía, en la cual Daniel Ortiz, cmf, acompañó a las mujeres en este momento de comunión. El evento dejó un fuerte anhelo de volver a encontrarse en otro momento o cerca de otro pozo, para continuar profundizando en la fe y compartiendo experiencias espirituales en comunidad.

 

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