Del 9 al 11 de junio se llevó a cabo en Buenos Aires el esperado encuentro de áreas pastorales de la provincia. Este evento reunió a diversos equipos de animación pastoral, como Solidaridad y Misión, Animación Bíblica, Comunicaciones, Pastoral de Juventud y Vocacional, Parroquias y Santuarios, Educación, CEFyT (Centro de Estudios Filosóficos y Teológicos) y el Equipo de Animación y Gobierno. Durante estos tres días de intensa labor compartida, se analizó el camino recorrido, se vislumbró el futuro y se establecieron compromisos para fortalecer la pastoral en la provincia.
En el primer día del encuentro, los participantes fueron invitados a reflexionar sobre el trayecto recorrido hasta ahora. Se evaluaron las semillas que han dado frutos y las cizañas que han dificultado el crecimiento de los proyectos y desafíos pastorales. Esta mirada retrospectiva permitió apreciar con gratitud los logros obtenidos y, al mismo tiempo, reconocer con humildad las dificultades encontradas.
El segundo día estuvo marcado por la visión hacia el futuro, con un enfoque en los sueños y aspiraciones de los participantes. El llamado a ser arraigados en Cristo y audaces en la misión, proclamado en el XVI Capítulo General, se convirtió en el punto de partida para plantear desafíos y compromisos. Inspirados por una mirada sinodal de la realidad y bajo la influencia del estilo propuesto por el Papa Francisco, se revisaron las propuestas existentes y se asumieron compromisos concretos para integrarlos en las planificaciones pastorales. Se llevaron a cabo numerosas conversaciones y se compartieron ideas para que el Consejo Pastoral de la provincia pueda trabajar en ellas en el futuro.
El tercer y último día se centró en la preparación del III Capítulo Provincial. Teniendo en cuenta lo vivido y los compromisos adquiridos, se abrió un diálogo enriquecedor para proponer nuevas perspectivas y enfoques que contribuyan al discernimiento en curso. Utilizando la metodología del diálogo espiritual, se exploraron diversas propuestas que reflejan el deseo de caminar sinodalmente. La experiencia de compartir el pan en la Acción de Gracias final selló este encuentro, abriendo el camino para seguir soñando en conjunto sobre la pastoral de la provincia, basándose en la escucha, el diálogo y la apertura del corazón.
Uno de los momentos más destacados del encuentro fue la intervención de Emilia Sena, miembro del equipo de Solidaridad y Misión (SOMI) y coordinadora de SOMI-Micla, quien compartió tres palabras clave que dieron vida y dinamismo a la experiencia: corporalidad, sinodalidad y misión compartida. Según Sena, la corporalidad permitió descubrir el rostro y los sentimientos del otro a través de los movimientos y las interacciones. La sinodalidad fue valorada como una oportunidad para profundizar en la escucha, entendida como un acto de cuidado mutuo donde siempre hay algo que aprender y donde el Espíritu se revela. Por último, la misión compartida se relacionó estrechamente con la sinodalidad, ya que refleja una forma de ser Iglesia en la cual los laicos y las laicas se integran con los religiosos en un dinamismo que los coloca nuevamente en la corporalidad, pero en el cuerpo que es el Cuerpo de Jesús, impulsándolos al servicio de la misión.
El encuentro de áreas pastorales en Buenos Aires ha dejado una profunda impresión en los participantes, quienes ahora están comprometidos a llevar adelante los desafíos planteados y a impulsar una pastoral en constante crecimiento, enraizada en la fe y abierta al dinamismo sinodal. Con la experiencia vivida, la mirada puesta en el futuro y la colaboración entre diferentes áreas pastorales, la provincia se prepara para abrazar nuevos horizontes y construir una Iglesia en constante diálogo y servicio a los demás.