El 26 de febrero de 2024 tuvimos la gracia de iniciar un nuevo ciclo lectivo. Con renovado entusiasmo y sin desconocer el pesar que causan cuestiones sociales que nos impactan como país, pudimos decir ¡aquí estamos! Y lo hicimos desde una profunda convicción de fe, la misma que ahora nos motiva a buscar y entre tantas quedarnos con algunas buenas noticias de nuestro caminar comunitario, para compartir con ustedes.
Nuestro primer momento juntos como comunidad fue en misa de apertura del año. En esa ocasión, hicimos memoria agradecida, en clave de jubileo por los 175 años de la Congregación y, en ese mismo marco, festejamos el inicio en Vic en 1849 y también la llegada de los Claretianos a nuestra ciudad de Córdoba, allá por 1906.
Como todos los años, el inicio nos convocó también a una temprana Semana Santa con la primera celebración en el Domingo de Ramos: nuestro gimnasio se convirtió una vez más en espacio festivo para que toda nuestra comunidad educativa recordara con especial cariño la entrada de Jesús a Jerusalén y hoy a nuestras vidas y a nuestros corazones.
En la misma semana, y como ya es tradición en nuestra escuela, el miércoles santo los chicos y chicas de sexto año (secundario) animaron y representaron las escenas más importantes del Vía Crucis. Como colegio caminamos detrás de Jesús y con su cruz a cuestas, intentando unir memoria y presente, para descubrir y sentir que el via crucis sigue estando presente en nuestra realidad concreta y cotidiana. Esa mañana vivimos un momento de profunda oración y nos quedamos contemplando la muerte de Jesús, mientras esperábamos, a su vez, el reencuentro con Él en su Resurrección. Eso mismo fue lo que celebramos en la eucaristía pascual del miércoles siguiente, en plena octava de pascua, cuando recibimos al mismo Jesús que Viviente, hecho luz y alegría, caminó una vez más en medio nuestro.
También en el contexto del tiempo pascual, los alumnos de Nivel Inicial, junto a sus familias, maestras y profes, disfrutaron de la presencia del Resucitado en una bella y colorida celebración de la luz.
Con deseos de beber del carisma claretiano
Como uno de los ecos del tiempo jubilar que vivimos como Congregación y con deseos de tomar inspiración de nuestro carisma claretiano para cualificar nuestra misión educativa, el pasado viernes 22/3 iniciamos un camino de tres “talleres carismáticos”. Un grupo de 20 educadores y educadoras de nuestro colegio compartimos una tarde de reflexión-convivencia-aprendizaje-oración en la casa de las Hermanas del Buen Pastor… y ya nos estamos preparando para la del mes de mayo y seguir encendiendo la chispa que nos convierta en fuego evangelizador que transforma nuestra misión y realidad.
Contentos por este primer compartir de algunas de nuestras buenas nuevas, nos encomendamos a nuestra madre, la Virgen María, para que nos siga animando y acompañando en esta misión. Hasta la próxima!!!